Semana Santa del 2019.
Robert y yo habíamos viajado hasta un lugar emblemático, muy relacionado con Melusina. Sí, extraordinariamente relacionado con ella. Una diminuta aldea cruzada por un puente, y que un paisaje verde profundo enmarcaba. Asistimos a una puesta de sol impresionante, conforme caían gotas aquí y allá. Era la mezcla alquímica perfecta para su aparición: crepúsculo y agua.
En el río, nos esperaba ella, pero no lo sabíamos.
Pensábamos que iba a dejarse ver entre copas de árboles como en Lusignan o en el parque Norte de Madrid. Nos equivocábamos. Melusina aparece donde menos la esperas y la ves, incluso en un vídeo que has grabado, cuando ella quiere. Tardamos un año, a pesar de que Robert y yo ya habíamos visionado ese vídeo varias veces, en descubrirla. ¡Un año entero! Fue durante la corrección de Melusina: el corazón y la garra. Y de noche, como siempre.
Hoy, os regalo otros tres fotogramas impactantes.
Una vez más, se confirma ese antiguo dicho alquímico: "Hay más en este mundo que en tu propia imaginación". Por eso Melusina: el corazón y la garra no es ninguna ficción/novela. No fue necesario inventar nada más alucinante que esa otra realidad.
Fotogramas: #MelusinaElcorazonYlagarra ©
