lunes, 17 de agosto de 2020
El amor que unió a Melusina y Remondín, surgió aquí. Cerca de la fuente de Cé (de Sed), mientras brotaba también su agua, cantando años repletos de felicidad venidera y cristalina. El caballero Remondín quedó al instante prendado de Melusina, cuyo nombre significaría “maravilla, o niebla de la mar”. Un detalle fascinante: en la ilustración, probablemente del siglo XIV, vemos cómo Melior (o tal vez Palestina) levanta un poco su vestido, mientras nos mira a los ojos. Desvela una suerte de aleta caudal, como para recordarnos el origen acuático y élfico de las tres hermanas. Esa misteriosa fuente genética y rebosante de amor, que derramó en su ser Presina, al alumbrarlas.