Tanto a los amigos que aparecéis aquí, como a los que no, aunque también acudisteis a la presentación, os doy las gracias de corazón. Y también he de felicitar a la poetisa Mari Carmen Azkona, que leyó con voz emotiva dos poemas del poemario, así como a Alicia Uriarte, por su maravillosa crónica del acto en su blog.
Estuve sentado en la orilla azul de la felicidad hasta la madrugada. Y Alex Oviedo, como siempre: brillante y agudo.
P.D: Por supuesto, los agradecimientos y abrazos van también para quienes encargaron a Alex libros y dedicatorias, porque no pudieron ir al acto... Sin olvidarnos de Txema y Mariví, de Casa del Libro, que contribuyeron a que todo saliera redondo.
