jueves, 17 de noviembre de 2016

OPINIÓN DE UN LECTOR SOBRE "LA MUERTE ALUCINANTE DE LAUTRÉAMONT"

Muchas gracias por tus palabras, Miguel Hernández García:

"Te escribo porque ya he terminado de leer tu "conde". Me ha parecido un libro original, sorprendente, con un planteamiento curioso y con una mezcla de pasajes poéticos y reflexivos con otros verdaderamente mordaces. Es cierto que al principio me costó encajar las piezas del puzle, pero veo eso como un acierto para implicar al lector, para que le "cueste" entrar en la historia y se fije más en los detalles."

domingo, 6 de noviembre de 2016

"Sabes, hace más de treinta y cinco años, ayudé a una coetánea tuya a levantarse de la misma manera en su casa. También era poeta y se llamaba Alejandra Pizarnik. Es la única vez, desde que mi corazón no late, que alguien produce en mí algo parecido a la compasión. Todo sea dicho y jugando con los vocablos, me quiso con pasión. No compartimos el mismo siglo pero verás, cada vez que esa profundísima poeta hablaba o escribía sobre mí, yo notaba cómo su aliento descendía hasta mi pelo y lo acariciaba; cómo mecían sus versos mi lecho mortuorio. A ratos hicimos el amor en un lugar al que solo se puede acceder a través del sueño y la casualidad. Así que aquel día, tras escribir Alejandra su último poema y su último verso sobre mí, en la pizarra de su cocina: «Oh Isidoro», se quitó la vida. Entonces, bajé y subí a la vez, con gran portento y como sabes que puedo hacerlo. Llegué a su ser dolido aunque ya sin dolor, la separé de la última paradoja, recogí entre mis brazos, poeta muerto a poetisa muerta. Limpié su última gota de lluvia llorada y juntos, yo acariciándole el pelo triste, fuimos..."

La muerte alucinante de Lautréamont (Playa de Ákaba - 2016)