Con este nuevo vídeo, seguimos buceando por la textura y la parte inferior de nuestra foto escalofriante. Descubriréis la cabeza de un pequeño dragón; cuando menos, así lo describen las antiguas crónicas. La podréis contemplar de cerca, muy cerca, mirándonos fijamente desde su mundo. Es curioso porque ese ser parece rugir al igual que en alguna escultura, y mirarnos con cara de pocos amigos. Como si quisiera proteger a su dueña. Eso sí, la compañía fiel de esta mascota, desde la isla de Ávalon (donde nuestra hada y sus hermanas pasaron su infancia, antes de ser desterradas), debe de aliviar las dolorosas y semanales metamorfosis de Melusina. Su soledad, también, desde que se vio obligada a abandonar nuestro mundo.
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