Respecto de la novela, añadiré que el documentalista y fotógrafo de la misma es mi mejor amigo, y casi hermano: Robert Usseglio. Si a ello, le añadimos que un relato mío figurará en una antología que Literarte Editorial va a publicar, de la mano de María José Mielgo, y que estoy traduciendo La muerte alucinante de Lautréamont en francés, os ruego que comprendáis que este año, me despiste alguna que otra vez. El paisaje por la ventanilla, me va a tener demasiado absorto.
Aparte de compartir gustosamente mis proyectos contigo, te recomiendo encarecidamente que tengas alguno como horizonte, para que este viaje vital merezca la pena. Cualquier proyecto es como una locomotora para tu vida. Si no posees ninguno, a tu tren le sale herrumbre, telarañas y aun sin moverte, caes lentamente hasta un inquietante desguace...
